Federico Polleri recibe Premio Teatro del Mundo (UBA, Argentina)
El viernes pasado, mientras hacíamos la función en el Festival de Cuenca (Ecuador), en nuestra ciudad se entregaron los premios Teatro del Mundo, que impulsa la UBA, a través de su Centro Cultural Ricardo Rojas. Entre los trabajos destacados en Mar del Plata durante 2018, el jurado consideró a nuestro compañero Federico Polleri , autor de las obras del grupo y director de 'Ensayo sobre el miedo'. Compartimos las palabras de Federico leídas por nuestro compañero Alejandro Arcuri, quién fue a recibirlo en su representación.
"Quiero agradecerle al jurado por el premio, y también quiero aprovechar para agradecer especialmente a Jorge Dubatti por su permanente atención hacia los teatristas emergentes de todo el país.
Hay quienes entienden a la dramaturgia como un trabajo individual, pero la realidad es que escribir teatro, por lo menos en mi experiencia, siempre ha tenido desdibujada la frontera entre la labor solitaria de la escritura y el acto colectivo de la reescritura y la puesta en escena de los textos. En ese cruce habita, para mi, el teatro.
En el grupo al que pertenezco, La Rosa de Cobre (al que le debo mi condición de dramaturgo y, por lo tanto, este premio), siempre entendimos que hacer teatro es una forma de resistencia. Con los años empecé a sentir que, incluso, es algo todavía más vital: una forma de sobrevivir en un mundo que nos aisla y que nos resulta cada vez más injusto y más hostil. Frente a eso, el teatro. Porque hacer teatro es hacer grupos, es hacer con otros.
Hace poco escuché decir a Vicente Zito Lema que 'tenemos que volver a ser comunidad, aunque se nos vaya la vida en eso'. Vicente tiene 80 años... e insiste.
Entiendo al teatro como una de las más hermosas formas de hacer comunidad. Pero, para ser sincero, también pienso que no basta solo con eso. Es necesario sumar a esto una tarea adicional de carácter estética y política. Aquella que proponía Haroldo Conti: 'Tenemos que hacer las cosas mas bellas que el enemigo'. Ese, entiendo, debe ser nuestro horizonte de sentido.
Muchas gracias".
"Quiero agradecerle al jurado por el premio, y también quiero aprovechar para agradecer especialmente a Jorge Dubatti por su permanente atención hacia los teatristas emergentes de todo el país.
Hay quienes entienden a la dramaturgia como un trabajo individual, pero la realidad es que escribir teatro, por lo menos en mi experiencia, siempre ha tenido desdibujada la frontera entre la labor solitaria de la escritura y el acto colectivo de la reescritura y la puesta en escena de los textos. En ese cruce habita, para mi, el teatro.
En el grupo al que pertenezco, La Rosa de Cobre (al que le debo mi condición de dramaturgo y, por lo tanto, este premio), siempre entendimos que hacer teatro es una forma de resistencia. Con los años empecé a sentir que, incluso, es algo todavía más vital: una forma de sobrevivir en un mundo que nos aisla y que nos resulta cada vez más injusto y más hostil. Frente a eso, el teatro. Porque hacer teatro es hacer grupos, es hacer con otros.
Hace poco escuché decir a Vicente Zito Lema que 'tenemos que volver a ser comunidad, aunque se nos vaya la vida en eso'. Vicente tiene 80 años... e insiste.
Entiendo al teatro como una de las más hermosas formas de hacer comunidad. Pero, para ser sincero, también pienso que no basta solo con eso. Es necesario sumar a esto una tarea adicional de carácter estética y política. Aquella que proponía Haroldo Conti: 'Tenemos que hacer las cosas mas bellas que el enemigo'. Ese, entiendo, debe ser nuestro horizonte de sentido.
Muchas gracias".
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